Monday, January 29, 2018

AQUÍ MIAMI: ¡Avenuncio, Satanás!


Por José Francisco Núñez


Para ser honesto, si es que todavía vale la pena serlo; no quería utilizar la palabra satanás en el título del presente escrito. Mas bien deseaba usar una de las más de diez acepciones etimológicas que podemos encontrar sobre el tenebroso personaje. Hubiera preferido escribir “diablo”, que no solo es la más conocida, sino también la que más se usa a nivel popular y coloquial.

Sin embargo, resulta y sucede a ser que, en mi niñez, en nuestro entorno familiar, por decreto de mi abuela Mamá Monga, estaba prohibido pronunciar esa palabra.

Mi abuela le llamaba de distintas formas que no dejan de ser correctas, por ejemplo, le decía: el pecusio, el enemigo malo, el maligno, el demonio; mientras que los más versados hablaban de satanás, lucifer o belcebú.

Era costumbre en mi amado e inolvidable campo Río Grande, que cada vez que los muchachos cometíamos una diablura, si no nos daban la consabida pela con una vaina de Colín o una correa de cuero mojada, los mayores nos metían miedo diciéndonos que si volvíamos a hacer eso nos saldría el enemigo malo.

El concepto que yo siempre tuve sobre la imagen física de tal espectro, es que se trataba de una especie de personaje con largos cuernos, ojos encandilados, afilados dientes que brillaban como centella y repulsivas uñas que parecían garras.

Aunque nunca le había visto, lo que más se me parecía al diablo era cuando en los carnavales de la comarca, Chicho, el de Pueblo Chico, vecindario colindante con el mío se aparecía con su disfraz, consistente en una sucia vestimenta, una máscara feísima y unas cuantas infladas vejigas de vaca que había disecado poniendo al sol semanas antes de las celebraciones.

En verdad que al verlo creía que se nos había aparecido el enemigo malo, por lo que las faldas de mi abuela se convertían en mi guarida anti demoníaca y de donde no salía hasta pasados varios minutos durante los que no paraba de llorar. 

¡Qué ignorante he sido Dios mío! No hace mucho que salí de mi inocencia. Recientemente el papa Francisco advirtió que “no se debe dialogar con el diablo”, a quien describió de la siguiente forma:

“El diablo no es una extraña bruma, es un tipo educado, amable, inteligente, más inteligente que nosotros, con buenos modales, sumamente hábil, sagaz, pero embaucador…”

Al continuar escuchando lo que dijo mi tocayo Quico, mi intuición se disparó y fue cuando llegué a la casi tardía conclusión de que he conocido, conversado y compartido con el diablo en incontables ocasiones.

Me lo he encontrado vestido de empresario o banquero, comerciante mayorista o minorista, abogado, juez, militar y policía, lo mismo generales que rasos.
También me lo he encontrado vestido de periodista, locutor, limosnero; de esposo o esposa “fiel” por igual, lo he encontrado vestido de presunto amigo, y ¡lo más sorprendente! Lo he encontrado vestido de político, cardenal, sacerdote, pastor y en el mejor de los casos, vestido de ateo.

El grave error del papa Francisco es que sólo dijo que con el diablo no se debe dialogar, pero no nos explicó cómo evitar encontrarnos con Satán y evadir su presencia, pues para nuestra desgracia, en estos tiempos difusos y confusos el diablo suele pulular por todas partes, lo mismo en mi querido país de nacimiento que en Miami.

Pareciera que el diablo incluso dejó de temerle a la cruz, pues según el papa hay quienes andan con una cruz de mentiritas. “Si tu cruz no tiene a Cristo, no es cristiana”, advirtió recientemente y parece que el diablo lo sabe.

No sé por qué razón, mi abuelo Fabián, el esposo de abuela Mamá Monga, decía que todo hombre debía aprender a rezar el Magnificat, pues era la manera de que el diablo pusiera “pies en polvorosa” si algún día nos salía, pero ocurre, que también decía que los muchachos no podían aprender a rezar dicho cántico hasta ser mayores de edad.
Yo he resumido el asunto para tener una solución a mano ante la inesperada presencia del mencionado espectro: Uso el truco de mi abuela y ahora cada vez que tropiezo con alguien de quien sospecho, antes de que me salude me digo mentalmente ¡Avenuncio Satanás! Tratase de una exclamación que, de acuerdo a Carlos Esteban Deive, autor del Diccionario de Dominicanismos es usada para conjurar maleficios, hechizos y malos espíritus.




Friday, February 24, 2012

Otra vertiente de campaña sucia... por trasmano (Tomado de Al Momento.net)

Por ARTURO LOPEZ*
 
*EL AUTOR es periodista. Reside en Miami.


La lucha a muerte de los consorcios televisivos hispanos en los Estados Unidos es por dominar el mercado, sus “rating”.

De las campañas electorales nadie está excluido y mucho menos los medios de comunicación, sobre todo el que sigue siendo el más influyente de todos: la televisión.

En los Estados Unidos hay dos grandes cadenas de televisión que se disputan a muerte el valioso y siempre creciente mercado hispano instalado en diferentes estados, pero principalmente el de California y el de Nueva York. Se estima que en esta última ciudad y las demás comunidades vecinas hay más de 600 mil dominicanos que, sumados a más de 200 mil, bien podrían superar las 800 mil almas.

Ese mercado dominicano, dado tanto el poder de compra y su presencia en el sector oficial como en influyentes esferas del sector comercial privado, es un blanco apetecido, como todas las comunidades hispanas en los Estados Unidos, por las cadenas UNIVISION Y TELEMUNDO.

En ese afán ambas tienen varios talentos de origen dominicano, se disputan su influencia y el “rating” y llegan por ello a hacerse eco con bastante frecuencia de los problemas de la sociedad dominicana, pero sobre todo en los que tienen que ver con la política. De ahí que ese interés se magnifique más en estos últimos meses al aproximarse un acontecimiento político de tanta trascendencia para los dominicanos: las elecciones presidenciales el próximo 20 de mayo.

Recientemente y a raíz de un escándalo desatado por las denuncias de una supuesta cuenta de banco a nombre de la aspirante vicepresidencial del oficialista Partido de la Liberación Dominicana, la primera dama Margarita Cedeño de Fernández, uno de esos canales, Telemundo por mas señas, se hizo eco y difundió una versión de lo sucedido a ese respecto. Eso provocó una reacción que se hace sentir en toda la comunidad dominicana tanto del exterior como nacional, dado lo pendenciero y chismosos que tendemos a ser los dominicanos y mucho más en tiempo de campana presidencial. Eso es teleaudiencia y eso, mas la publicidad, es lo que ambas cadenas se disputan afanosamente en todas las comunidades hispanas en los Estados Unidos.

UNIVISION, siendo líder en ese mercado, no puede permitir que sus mediciones bajen ante un rival que se le acerca y hasta la rebasa de cuando en cuando. Por ello decide lanzarse a la caza de noticias que hagan impacto en la comunidad dominicana sin importarle cuáles intereses perjudiquen o favorezcan con ello, porque lo único que les interesa es el rating. De ahí que envía a Santo Domingo a uno de sus investigadores estrella, el periodista de origen colombiano Gerardo Reyes, co-ganador del prestigioso premio Pulitzer en el periódico miamense El Nuevo Herald.

Reyes tiene que justificar su trabajo, y con buenas fuentes gubernamentales y no oficiales, se lanza a la tarea (recuerden el poder de esta cadena que logró indirecta y recientemente la expulsión del cónsul de Venezuela en Miami). En sus pesquisas, al parecer, se tropezó con un fiambre de los “Wiki leads” que tiene, como siempre ha ocurrido, buena madera para convertirse en esa especie de “best Seller” que siempre han sido: el involucramiento de militares cercanos a gobernantes en el narcotráfico o actos de corrupción.

Pues bien Reyes retoma los ya fiambres, pero aparentemente siempre sorprendentes cables “wikilianos”, los recrea, les da su pinturita, acude a “otras fuentes” y edita la información con nombres y apellidos de altos y cercanos militares al presidente de la República, Leonel Fernández. Y termina el reportaje con un tiro de cámara en pleno sol, frente al Palacio Presidencial Dominicano, como si nada pasara.

¿No resulta llamativo y muy "oportuno” este reportaje sobre algo que ya se sabía, pero que ahora precisamente tras conocerse los resultados contundentes de varias encuestas, los opositores hayan recurrido a cuantos recursos tengan en sus manos para bajar las simpatías y preferencias por el gobernante Partido de la Liberación Dominicana?.

Consejo: no distraerse del votante que de ese tipo de campaña sabe más de lo que uno se imagina. Y la lucha a muerte de los consorcios televisivos hispanos en los Estados Unidos es por dominar el mercado, sus “rating”.

Sunday, September 18, 2011

José Francisco Núñez comenta: ¿Jamón o salami?

Por José Francisco Núñez
El Dominicano USA (edición del 15 al 30 de sept. 2011)

Después de diez largos años sin visitar mi terruño (por simple apatía), en el mes de abril mis hijos me agarraron por un brazo y me sentenciaron diciendo: “Papi, tienes que ir con nosotros…” ¿O es que a ti no te gusta tu país?

Recogí mis “bártulos” y arranqué con ellos. Permanecieron una semana conmigo dando vueltas entre el campo y la ciudad. Yo me quedé durante un mes. Mientras estuvimos juntos disfrutaron en grande. Desde su inolvidable participación en el concierto de Prince Royce, con quien departieron amenamente gracias a su tío Fitzgerald, hasta revolcarse entre las hojas secas de un cacaotal que todavía conserva mi mamá como parte de su herencia.

Como de costumbre, preferí pasarme una gran parte del tiempo en el campo, donde mi primo Lidio y mi tío Marcos (su padre) se desvelan por brindarme las mejores atenciones, suministrándome con antelación todo cuanto asumen que a mi se me pueda antojar: Una guinea, un chivito, un pollito criollo guisado; un desayunito de plátanos, yuca, guineos, o ñame con varios huevos fritos enteros con unas cuantas ruedas de salami o salchichón y su respectivo aguacate. ¡Eso se llama comer!

Con esto quiero decir que las pocas veces que voy a mi país vivo lo que se llama “la buena vida”. La misma que se puede dar cualquiera de los lectores cuando visitan a sus familiares en Quisqueya la Bella.

Ya el día antes de partir y a pesar de que retornaré a mi casa, me atrapa la nostalgia y comienzo a murmurar sin que nadie me escuche… “Ño... otra vez a la misma vaina…”. Eso se torna más dramático al recordar que vuelvo a la misma oficina en la que ya tengo 20 años y a la que día tras día debo llegar a la 5:30 de la mañana. No es fácil. Sin embargo, a pesar de todo doy gracias a Dios diariamente porque me permite vivir de mi trabajo y con el producto de este también contribuir con el bienestar y el porvenir de mis hijos.

Supongo que esto le ocurre a una gran cantidad de mis compatriotas, a muchos de los cuales he oído decir que un día de estos se largarán para la tierra que les vio nacer, y en la que se puede vivir de maravillas. Naturalmente, cuando hablamos de esa manera, nos estamos olvidando de que una cosa es ir de vacaciones y otra muy diferente volver a “coger lucha” en un país del que algunos salimos maldiciendo. “Malditos apagones, maldita corrupción, maldita gasolina tan cara, maldita política… ¡Me largo de este maldito país!

Cuando llegas aquí por primera vez, no hay McDonalds, Burger King, o pizzería que se te escape. Te da con ir todas las tardes al centro comercial a recrear la vista y a ponerle la mano a todo cuanto le pasas por el lado aunque no compres ni un palillo.

Pero cuando entra el síndrome de la soledad y comienzas a extrañar a tus mejores amigos es como si te llegara el período menstrual. No hay calmante ni botella que te lo quite.

Es el momento en que comienzas ha pensar seriamente en hacer un dinerito y devolverte lo más rápido posible. Pero resulta que no se te ocurrió que uno de los elementos que te permiten más alivio es ese momentito en que tienes relaciones íntimas con tu pareja.

¡Claro! Tampoco tomaste en cuenta, hasta que la viste con el panzón, que producto de esos momentitos de placer, tu mujer iba a quedar embarazada una y otra vez; que ambos tendrían varios hijos, los cuales nacerían y crecerían bajo la sombra de la cultura Americana y que cuando tú y tu pareja amenazaran con retornar al país serían los primeros en decir “estos dos viejos se están volviendo locos…”.

Es cuando verdaderamente se te tranca el juego. No te queda más remedio que seguir trabajando como un burro hasta que los muchachos crezcan y se independicen, después de lo cual te pasarás tiempo sin verlos, te volverá el síndrome de la soledad y te decides por retornar a tu terruño querido. Sales con tu pareja y tus trastes, incluyendo los dos autos y llegas a tomar el avión rebosante de alegría, pensando en tu Brugal y entonando aquella rítmica conga cubana que dice así: “Al carnaval de Oriente me voy, donde mejor se puede gozar…”.

Por desgracia, cuando ya tienes un par de semanas en tu casa, allá en tu añorado país, tiempo en el que ya repartiste todo lo que le llevaste a primos, sobrinos y compadres, ya comienzas a pensar en economizar el dinerito porque ¡Cojollo aquí si se gasta el dinero rápido!


Como si fuera poco, ya a los dos meses, comienzan a picar los mosquitos, a sufrir los apagones, a escuchar las noticias de los asaltos; y para colmo a dolerte las coyunturas, pues no tomaste en cuenta que a estas alturas del juego tanto los amigos que dejaste al igual que tú y tu pareja estarían todos “chuecos”. Definitivamente, la vida no es un jamón, pero tampoco es un salami.

Monday, September 12, 2011

Jose Francisco Comenta... Licenciado: ¡Más música por favor!

 José Franisco Núñez
(El Dominicano USA. Miami FL. Edición del 1 al 15 de sept. 2011)


Contrario a la ventaja que tienen ciertos comunicadores, que cuentan con la gran virtud del camaleón, que le permite cambiar de color según la ocasión; nunca he podido deshacerme de mi ropaje político a cambio de canonjías, pues desde que comencé a adquirir conciencia social me decidí por practicar la profesión que me permite ser transmisor de los reclamos de aquellos que no tienen voz.

En tal sentido reitero mi condición de peledeista, el único partido organizado al que he pertenecido desde que participo en el quehacer político en mis años de existencia, el único por el que he depositado mi voto desde que tengo derecho a ejercer ese sagrado derecho. Sin embargo, cada vez que ha sido necesario he reiterado que, más que peledeista, soy “Boschista hasta la médula”.

Me apartaría yo de la verdad si negara que el ingeniero Hipólito Mejía Domínguez ha sido el mejor Secretario de Agricultura que he conocido. Aún más. En cierto modo, por su personalidad jovial y campechana me cae muy bien (no puedo negar que también soy de procedencia cibaeña).

Sin embargo, aunque no fuera simpatizante de ningún partido cómo podría depositar mi voto por un candidato tan ambivalente como el Ingeniero Mejía. Según el Listín Diario de fecha 8 de mayo del presente año, el ingeniero sentenció ante un nutrido público lo siguiente: “Asumo ante ustedes y el país el compromiso de hacer frente a la corrupción en cualquiera de sus manifestaciones, sin importar de donde proceda, sean quienes sean los responsables de la comisión de estos actos indebidos”.

Pero resulta que de acuerdo a una información aparecida en varios medios de comunicación dominicanos, entre ellos El Nuevo Diario Digital y “EnCotui.com” (30 de agosto del presente), ahora el ingeniero se destapa con una nueva, que contradice totalmente su advertencia de combatir todo lo que signifique corrupción. Al hablar ante un grupo de productores arroceros que tienen deudas pendientes con el Banco Agrícola les recomendó:

"No paguen la deuda, que yo me comprometo a condonársela desde que gane, vamos hacer de Sánchez Ramírez un potencial agrícola y vamos a crear las condiciones para la generación de empleos que beneficien a los jóvenes…".

Y entre otras cosas agregó: "Mis enemigos, no son ni Leonel, ni Danilo, ni Margarita…"Mis enemigos a muerte son la delincuencia, el desempleo, el alto costo de la vida, la delincuencia que aquí hay una alta preocupación por este flagelo y la corrupción de esta gente que se han querido robar el patrimonio del pueblo.

Independientemente de la buena voluntad que tenga Hipólito, no daría mi voto a un hombre que siendo presidente no solo devaluó nuestra moneda nacional, sino que también hizo lo mismo con el buen uso del lenguaje, devaluándolo también a la más mínima expresión al hacer uso en público de expresiones que si bien es cierto no son ajenas a la dominicanidad, al ser pronunciadas por un mandatario han contribuido notablemente con la generación del desorden que se manifiesta en el comportamiento social en un gran sector de nuestra sociedad, incluyendo lamentablemente los medios de comunicación.

Ahora bien, con todo lo malo que se le pueda atribuir al candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, habría que ser muy tonto si uno lo descarta de plano como potencial ganador de los próximos comicios y se sienta en la sombra esperando que el mango caiga.

En todos los procesos electorales en los que ha participado el otrora “Partido del Jacho Prendío” se ha demostrado que la organización cuenta con una maquinaria electoral no solo capaz de destruir al contrario, sino también a sí mismo como ocurrió durante el proceso en que fue candidato presidencial Jacobo Majluta, en el que los mismos perredeístas provocaron su lamentable derrota.

Corresponde a la dirigencia y simpatizantes del Partido de la Liberación Dominicana ponerle un poco más de música a la campaña electoral del Licenciado Danilo Medina si es que no quieren que nos quedemos sin bailar, o a lo sumo terminar bailando con la más fea.

Voluntad política, honestidad y pragmatismo son condiciones que le sobran al licenciado Danilo Medina, a quien considero encarna lo más sano y ortodoxo del pensamiento socio político del Profesor Juan Bosch, pero aunque usted quiera negarlo, a la campaña de nuestro partido ¡le falta música!


=====================Desde el Colmadón=================

¡Y vuelve y vuelve! El conocido comunicador Leonel Peña ha vuelto con fuerza. No solo ha retornado a la frecuencia radial que le vio nacer (1450AM) sino que ha comenzado a emplear todo su “power”. Además del su tradicional Gran Domingo con Leonel Peña ahora de nuevo con diez horas de duración, suma su espacio diario Frecuencia Dominicana, el cual se transmite de lunes a viernes de ocho a nueve de la mañana con un interesantísimo contenido.

Otro que se nos quiere ir…El extraordinario comunicador Guillermo Henriquez Hijo amenaza con marcharse de entre nosotros. Guillermo Henriquez fue el director de Radio Clarín en sus mejores tiempos y el creador del espacio “Una Voz, una Sombra y una Canción, con José Feliciano. Ojala que cuando salga esta edición no haya ocurrido. Ya se nos fue Joaquín Jiménez Maxwell, uno de mis mejores amigos y quien nos dejó un hermoso legado de prestigio y profesionalidad en lo que se refiere a practicar nuestra profesión con entereza, honestidad y valentía.

Porfi Núñez en Miami…Aunque no sabemos “qué pata puso cada huevo” Porfi y yo nos decimos “primo”. Se trata de uno de los mejores animadores de la radio de mi país desde la época en la que ambos ejercíamos como locutores musicales. Ahora está instalado en nuestra ciudad de Miami en Cadena Azul 1550 AM, y cada domingo entre dos y cinco de la tarde invade de alegría a la comunidad con su espacio “A todo ritmo… todo el tiempo” en el que se hace acompañar de los dinámicos Nelson Leonardo y Joey Rey. Excelente y divertido espacio.

Monday, August 30, 2010

Los amigos de Ismael en la Red

Por José Francisco (Frank) Núñez
Josefrank04@yahoo.com


 
Ismael Cruz Medina


Confieso que el título que antecede no es el que hubiera preferido para encabezar el presente trabajo, pues en realidad quería escribir “Los amigos de Ra”. Sin embargo sería muy aventurado utilizar este apodo, pues resulta lógico pensar que no todos los que lean estas líneas sabrían a quién me refiero.

“Ra” es como los amigos cercanos de Ismael Cruz Medina le llamamos, y la verdad es que nunca he podido entender la razón para ello, pues si su nombre es Ismael deberíamos llamarle “Ma” y no “Ra”. Lo cierto es que a pesar de la curiosidad, nunca se me ha ocurrido preguntarle quién le puso ese apodo y las razones que tuvo para ello.

Como me gusta tanto elucubrar, he pensado que en la Circunscripción Municipal donde declararon al nuevo hijo de la familia Cruz Medina cometieron un error. De acuerdo a la historia dominicana, en muchos casos, los escribientes o “escribanos” de las actas de nacimiento no eran muy letrados, por lo que en ocasiones por las faltas ortográficas que cometían terminaban cambiando el nombre o el apellido de la persona que los padres declaraban. Basta citar nombres como: Jazmín o Jasmín, Xiomara o Siomara, Joselín o Yoselín; o apellidos como Guzmán y Gusmán, Rodríguez o Rodrígues.

Asumo que como los padres de Ra son Evangélicos, quizás quisieron llamarle Israel, nombre que es de origen hebreo y que quiere decir “El que lucha y es fuerte, y cuyas principales característica son: Persona que le gusta tomarse su tiempo para pensar y reflexionar sobre su vida y las decisiones que debe tomar. Es comprensivo con sus amistades y cuando se propone algo, lucha hasta conseguirlo. También despliega toda su alegría y entusiasmo con su pareja. Es fiel y contenedor.

Si no fue un error del escribiente y el nombre que sus padres escogieron fue Ismael, no estuvieron lejos de lo anterior, y diría yo que pensaron lo correcto, pues este nombre, que también es de origen hebreo quiere decir: “Al que Dios lo ha oído”, y cuyas principales cualidades son: “Poseedor de un corazón que domina sobre la cabeza, persona de buenos sentimientos hacia todos los que le rodean. Constante, persona que desarrolla sus empresas con energía. Que no se fatiga ni cede nunca, cariñoso y de relaciones estables y duraderas. Como usted habrá notado a “Ra” deberíamos llamarle “Ma”. En realidad creo que mi teoría acerca del error del escribiente no parece descabellada, pues en la familia le llaman Israel. Extrañamente, el hijo de Ismael y Patria tiene por nombre Raul y, hasta donde yo se nadie le dice Ra. De todas formas, tal como nos enseñaron en el bachillerato, el orden de los factores no altera el producto.

Es posible que no todos los miles de jóvenes que visitan a Ra en El Nuevo Diario, Facebook, Twitter y su blog ritmo-social.blogspot.com, conozcan la extraordinaria labor que nuestro amigo ha desarrollado a lo largo de sus 58 años, de los cuales ha disfrutado plenamente cada segundo, cada minuto y cada hora. Quien suscribe es testigo presencial de ello.

Entre las múltiples hazañas de Ismael está la brillante idea de crear la Asociación Regional de Estudiantes Altamireños (AREA), posiblemente la primera organización regional que operó en la capital dominicana. Al arribar a la década del setenta, a Ra se le ocurrió agrupar en una entidad a todos los jóvenes de Altamira que residíamos en la capital, por lo que recurrió a un grupo de amigos, entre los que se destacaban Mario Bonilla, Rogelio Francisco Sandoval, Manuel Sención, Mateo Cruz, Rogelio Polanco, Prácedes Polanco y Fermina Gracia, Hipólito Alvarez, Francisco Cacahuate, Ismael Cruz Bonilla (Mao), y otros, entre ellos este servidor.

Sin importar si eran estudiantes o no, comenzamos a captar a todos los jóvenes, a quienes integramos en la que llegaría a ser el punto de partida para la formación de decenas de ellos, de modo tal, que muchachas que trabajaban en el servicio doméstico se convirtieron en excelentes profesionales universitarias o se hicieron de una profesión técnica. El liderazgo era de tal magnitud que aunque las elecciones periódicas eran totalmente democráticas, los miembros de la directiva éramos reelectos casi de manera automática.

Además de Ra, figurábamos entre otros en la directiva: Mario Bonilla, hoy prestigioso Ingeniero Electromecánico; María Bonilla (EPD), quien se graduó como Doctora en Medicina; Mateo Cruz, Economista, Rogelio Sandoval Contador Públicos Autorizado, Manuel Sención Economista, Prácedes Polanco, Médico; Fermina García, Abogada, Francisco Cacahuate, Economista; Danilo Cruz Medina, Ingeniero Agrónomo; Lidio Esteban Núñez, Ingeniero Agrónomo; y decenas de hombres y mujeres más que hoy son los responsables de haber abierto de par en par las puertas a nuestra juventud hacia un futuro mejor.

Pero el esfuerzo no se quedo solo en la capital, también se extendió a Santiago, donde un grupo integrado por Josué Cruz, Víctor Ventura, Mario Medina, Benjamín Cruz y Pablo Gullón, entre otros jóvenes constituyeron un comité con las mismas característica. También se integraron grupos en Rio Grande, Palmar Grande y Bajabonico Arriba, donde emergió un liderazgo que hoy día ocupa los principales espacios de esas comunidades.

Es nuestro amigo una verdadera fábrica de ideas, en cuyo interior los principales productos que se procesan son la solidaridad, la lealtad, la sinceridad y el amor sin medida por los demás, pero muy especialmente por la Patria (y no me refiero precisamente a su esposa, cuyo nombre es el mismo y quien también está llena de virtudes, sino a nuestro país como Nación). Ha publicado cinco libros de valioso e interesante contenido, en algunos de los cuales narra sus vivencias en los campos de Altamira.

Es natural que exista tanta empatía entre los medios que tiene Ra en las redes y sus seguidores que abarca una amplia gama que incluye, adultos, jóvenes y hasta niños; pues esto se debe especialmente a la diversidad de ofertas que presenta en sus libros, los que pueden ser bajados en la Internet y los cuales en apenas meses han recibido más 3500 visitas.

Contienen sus obras una gran variedad de contenidos que pueden ir desde un análisis político de la actualidad nacional e internacional, un comentario de la vida cotidiana que puede ser una reflexión sobre el deterioro de los servicios básicos, los atropellos a los derechos ciudadanos, una exaltación de nuestros jóvenes deportistas, una imagen sobre la destrucción de nuestros recursos naturales o una en la que se resalte la belleza de nuestro país, lo mismo que un recordatorio de las hazañas de nuestros héroes y mártires. Pero también puede encontrar el lector un comentario o imagen sobre el arte y la farándula que puede ir desde Juan Luis Guerra o cualquier artista local hasta los más famosos del Jet Set internacional, como Angelina Joli, Paris Hilton, Lindsay Lohan. Todo ello permite que los seguidores de Ismael siempre encuentren una opción que esté en consonancia con sus gustos e intereses.

En una ocasión en que conmemorábamos un aniversario más de nuestra Independencia, Don Pedro Mir me dijo que lo que más lamentaba era que moriría sin ver el país que soñó, expresión que se me ha quedado grabada por siempre.

Estoy más que seguro de que a Ra no le va a ocurrir lo mismo, pues a pesar de que le quedan muchos años; muy pronto, nuestros jóvenes, entre ellos esos miles que leen y siguen los escritos y actuaciones de Ismael nos ayudarán a hacer realidad no solo los sueños de nuestros Patricios Libertadores y Don Pedro Mir, sino también los sueños de todos los que desde nuestra niñez o adolescencia hemos acompañado a Ra en este complicado camino en la búsqueda de un futuro mejor para todos los dominicanos, tanto los que habitan en nuestro país como los que por variadas razones hemos dejado atrás “momentáneamente” nuestro querido terruño, entre los que se encuentra quien suscribe.

Existen en nuestro país muchas personas como Ra, y su lectores son solo una pequeña muestra de lo que podemos hacer por nuestra Patria. Solo basta recordar que el proyecto de los Trinitarios comenzó con solo tres personas. ¿Qué no seríamos capaces de hacer en el presente caso, en el que nos contamos por miles?

Estoy consciente de que en ocasiones pensamos que hemos fracasado al apostar a otros en los que hemos depositado nuestra confianza, y entre los cuales hay unos pocos que nos han fallado. Sin embargo el fracaso no existe como tal si usted es capaz de comenzar de nuevo y seguir adelante.

Muchos de nuestros jóvenes ni siquiera han comenzado, por lo que tienen una gran responsabilidad con nuestro futuro y el suyo; y los que hace rato comenzamos, como es el caso de Ra, no estamos en capacidad de doblegarnos, por lo que nos comprometemos a acompañar a nuestra juventud en su recorrido hacia el éxito contando con los armamentos más eficientes y poderosos que he conocido: La fe en nuestro Creador y la honestidad, cualidades de las que nuestro amigo Ismael Cruz Medina y su familia son un ejemplo a imitar. La empatía y la relación de los jóvenes con este hombre que ha demostrado no tener ambiciones personales, ni apego a las cosas materiales, es una buena apuesta que muy bien han hecho nuestros muchachos. ¡Adelante jóvenes dominicanos que unidos somos capaces de construir un mejor país!

Wednesday, June 23, 2010

Altamira: Escuela Enrique Chamberlain y Tavito, el vendedor de empanadas

José Francisco Núñez (Frank)
josefrank04@yahoo.com

(Dedicado a todos mis compañeros de la antigua, pero inolvidable Asosiación de Estudiantes Altamireños)



Esta tarde, en la que como de costumbre, no tengo nada qué hacer, mientras escucho las agradables melodías de Radio Raíces, me ha dado por darle un vistazo a la historia de Altamira, nuestro inolvidable y añorado pueblito.


En la escuela Enrique Chamberlain, con su sombrero de cana y ala ancha, Tavito se “parqueaba” temprano, como desde las siete de la mañana, exactamente al lado de la bandera, pues antes de que la izáramos y entonáramos el Himno Nacional, era casi seguro que haría buena venta. Tavito era un tipo sumamente extraño, pues nunca miraba a los ojos de su cliente y por demás bastante resabioso. Parecía vender su producto de muy malas ganas, como si alguien le obligara a ejercer su propio negocio.

Recuerdo aquella fría mañana de invierno en que me paré a su lado y le pregunté ¿A cómo son las empanadas? Con cara de viejo gruñón me contesto sin mirarme "Eso e' pa rico". (Como era tiempo de cosecha de café, mi abuelo Fabián me había dado cinco pesos, de esos nuevecitos, acabados de salir del Banco Agrícola de Puerto Plata). ¿Así? Entonces déme una, le dije. Cuando vió los cinco pesos, por poco le da un infarto. ¡Cómo se le iba a ocurrir a Tavito que un mozalbete de la serranía podía andar con cinco pesos en los bolsillos!

Son muchos los recuerdos que guardo de mis tiempos en la Enrique Chamberlain. ¿Te acuerdas de Socorro Montán, los profesores Rafael García, Enriquito, Georgina y Antonio Cabrera? El profesor Antonio siempre hacía galas de su copioso y muy bien cuidado bigote.

Era costumbre, del profesor García, que era un poco media lengua, asomarse a una ventana para estar pendiente del clima. Si veía que estaba muy nublado decía a media mañana: “Parece que va a llover… los muchachos de Río Grande, Palmar Grande y la Lomota se pueden ir….”
La imagen física del profesor Erniquito era excepcional. Si usted lo conoció bien, podrá recordar que su mentón y su mirada eran exactamente iguales a las de “El Padrino” (Marlon Brando), y eso, que ni por asomo había salido la película.

La profesora Gerorgina, parecía un tanto peligrosa, pues era sumamente exigente con las tareas. Nadie se atrevía a inventar con ella.

En ocasiones, mi situación en la Enrique Chamberlain se tornaba un tanto complicada. Del grupo de Altamira, mis principales amigos eran Tirso, hijo del profesor García y, quien por cierto era bastante inquieto; Joaquín, que vivía en un alto, cerca del colmado de Lépido, el hijo de Mañembre, Arismendy, estudiante de música (trompeta), y quien residía exactamente al lado de la tienda de Pirrinche; así como Milito y otro, a quien creo llamábamos Niníca.

Mi problema consistía en que Milito era Testigo de Jehová y, al tiempo que me predicaba, me invitaba a escuchar “La Voz de la Esperanza”, con El Hermano Pablo, que transmitía desde Costa Mesa, California. Pero mientras Milito me predicaba La Palabra de Dios y me pedía que le ayudara a distribuir la Revista Atalaya, Niníca intentaba entregarme un paquete de periódicos del Pacoredo, para que se los llevara a los “cabeza caliente” de Río Grande, ninguno de los cuales estudiaba, por cierto.

No puedo olvidar una vez que los “cabeza caliente” de la escuela, entre los que figuraban Diomedes y Pailita, ambos de La Lomota, organizaron una huelga que incluía múltiples consignas y quemas de gomas. Esa mañana, me imagino que a solicitud de Socorro Montán, la directora del plantel, se apareció la policía y se armó un corredera de madre. Creo que todavía nos andan buscando.

Después de todos fueron muy buenos tiempos. Pero lo más importante: los viví plenamente.

Tuesday, May 11, 2010

Alicia "En el País de las Maravillas”

¡Qué bueno que no me lo publicaron!

Por José Francisco Núñez


Si mal no recuerdo, fue el día seis de mayo cuando envié el trabajo que leerán más adelante a un importante diario de nuestro país, en el cual escribo de cuando en vez y a cuyos directores agradezco infinitamente que me publique mis notas. Pero, la siguiente no fue publicada y me imagino que habrá sido por falta de espacio, pues abundan los escritores, en esta publicación digital.

Sin embargo, parece que fue cosa de Dios, pues me habría faltado el capítulo más importante: El de los disparos contra el equipo noticioso de SIN.

Conozco la labor profesional de Alicia Ortega desde hace cerca de dos décadas cuando ya gozaba de una gran proyección como periodista y presentadora de televisión, tanto en inglés como en español. Desde hacía cierto tiempo tenía yo amistad con su padre, el Diácono Ray, quien con frecuencia me hablaba de la labor desarrollada por su hija, a quien luego conocí personalmente.

Aquel día la entrevisté en Noticiero Radio Paz, informativo que dirijo desde hace 19 años, y la conversación versó acerca de un viaje que ella y su esposo Fernando habían hecho a Cuba de manera subrepticia, convirtiéndose así en los primeros profesionales de la comunicación con asiento en Miami que penetraban secretamente a la Isla para desvelar los grandes misterios que guardaba en su seno la Perla de las Antillas bajo el régimen de Fidel Castro.

Fue una conversación sumamente interesante en la que abordamos distintos temas. Cuando le pregunté cuáles eran las cosas que más le habían sorprendido, entre muchas otras citó el problema de los apagones. “Se va la luz por horas…”, recuerdo que me dijo.

Por supuesto, ella desconocía que, cuando vivía en mi país, como corresponsal de WQBA, de Miami, yo tenía que leer mis noticias para la emisión de la madrugada haciendo uso de una vela, por falta de energía eléctrica. Aunque me habló de la represión y la falta de libertades, no recuerdo que citara la corrupción entre los males que afectaban a la sociedad cubana.

En esos tiempos, tanto Alicia como Fernando tenían ganado un honorable sitial en la televisión del Sur de la Florida, como muy pocos lo habían logrado y no creo, por razones obvias, que a alguno de los dos se le ocurriera trasladarse a vivir a República Dominicana.

Y supongo que mucho menos sospechaban que vivirían en un país tan sui géneris como el nuestro: Adornado por los más bellos paisajes tropicales, “gente buena y sin malicia…”, las mujeres más hermosas del Caribe, y por demás, sumamente interesante por las tantas cosas extrañas que ocurren de cuando en vez; como es el caso de la recordada campaña electoral de Coride y su burro, o la elección hecha casi “de dedo” por Balaguer de mi antiguo amigo Cecilio Montero, como diputado por una de las provincias fronterizas. Cecilio no era letrado, sin embargo, realizó una gran labor social a favor de su comunidad, en ocasiones haciendo uso de sus propios recursos.

Aunque parezca extraño, no dedico mucho tiempo a escuchar noticias en la radio o a verlas en televisión, pues como siempre he vivido de esos menesteres, cuando regreso a la casa ya estoy enterado de todo lo que ha ocurrido en el mundo.

Sin embargo, debo admitir que a partir de que me cambiaron el sistema de Cable y me agregaron el canal Televisión Dominicana, de New York, me he enviciado con la pantalla, porque no puedo perderme los espacios “Con Freddy y Punto”, “Nuria Piera”, pero sobre todo “El Informe, con Alicia Ortega”.

El primer destape que me tiré, fue el Informe sobre la Barrick Gold, en el que participó mi amigo personal, ingeniero Osiris de León, quien habló con más claridad que el agua, y no precisamente el agua del río de Cotuí.

Luego tuve noticias sobre el Barrilito, que por cierto no se parece en nada al que tenía mi abuelo para guardar los frutos secos, como cacao, maíz y arroz.

Pero la mejor película que acabo de ver es el Informe que ofreció Alicia acerca de las millonarias compras de autos de lujo que han hecho algunos de nuestros legisladores amparados en la ley de exoneraciones. Es como para ponerse a llorar sobre la tumba del Profesor Juan Bosch.

Si a ello le sumamos los informes sobre la criminalidad, el narcotráfico y lo que aparece en las Fotocrónicas de Franklin, no creo que alguien dude que los dominicanos nos hemos ganado el premio mayor al tener el mejor país del mundo, en el que posiblemente se encuentran las minas del rey Salomón. ¡Porque ahí si hay billetes! Tal parece que ahí el dinero de algunos políticos se multiplica por arte de magia

Cuando Alicia y Fernando se fueron, existían ya en Miami algunos amagos de corrupción pública, pero los corruptos caían presos y se le seguía llamando a nuestra ciudad “La Ciudad del Sol… La Puerta de las Américas”.

Lo más importante a destacar en este caso es el gran servicio profesional que esta cubana de origen y dominicana nuestra, presta al país con las investigaciones que realiza en su programa, mediante las cuales nos permite conocer a profundidad hechos y acontecimientos que de no ser así bien pudieran pasar desapercibidos. Creo que no muy tarde, tanto a ella como a Nuria se le otorgará un Purlitzer o un María Cabot.

Transcurrido el tiempo, todavía aquí en Miami muchos extrañamos a Alicia y su profesionalismo, quien salió por “La Puerta de las Américas” y llegó al “País de las Maravillas”, al que yo también pienso regresar si Dios me lo permite. ¡Quién sabe si en Río Grande”, mi campo, encuentro la Fuente de la Eterna Juventud, esa que Ponce de León no encontró aquí! O quizás se produce un milagro y termino siendo diputado, con un Bentley ultimo modelo. Uno nunca sabe.

(El capítulo que me habría faltado)

Publicada el 10/05/2010

ELECCIONES 2010

Tirotean y persiguen equipo de El Informe con Alicia Ortega

Desde hace semanas El Informe sigue el traslado de electrodomésticos y otros equipos del hogar que son llevados desde el edificio de la Lotería hasta almacenes de los candidatos congresuales y municipales del PLD.

Por: Noticias SIN

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Un equipo de El Informe con Alicia Ortega fue perseguido y tiroteado la noche de este viernes por un grupo de hombres armados que custodiaban un camión cargado de mercancías de la Lotería Nacional, que se trasladó desde el edificio de la institución pública hasta un mercado de Inespre en La Romana.

Los hombres armados tirotearon el equipo de reporteros que se trasladaba en una camioneta de doble cabina Ford Ranger, color azul, y lo persiguieron desde La Romana, donde descargaban la mercancía del furgón, hasta la entrada de San Pedro de Macorís. Los hombres armados viajaban en dos vehículos: una camioneta Mitsubishi L200 color gris y negro, de doble cabina, y otro que los perseguidos no pudieron identificar en la oscuridad de la noche. En la Mitsubishi ondeando una bandera del Partido de la Liberación Dominicana.

Desde hace semanas equipos de El Informe vienen dándole seguimiento al traslado de electrodomésticos y otros equipos del hogar que son llevados en camiones y furgones desde el edificio de la Lotería Nacional y, cuyo destino final, fue en cada uno de los casos a almacenes propios de los candidatos congresuales y municipales del partido del gobierno.

El resultado del trabajo que ha venido haciéndose con el seguimiento paso a paso de la mercancía que es trasladada desde la Lotería Nacional hasta distintos puntos del país será transmitido este lunes en la entrega semanal de El Informe, por Antena Latina, a las 9 de la noche.

En dicho programa presentaremos cada uno de los recorridos de los camiones y furgones cargados de mercancías a los que le dimos seguimiento y que tenían como destino, desde que salían de la Lotería, a candidatos peledeístas en todo el país.

Alicia Ortega, conductora y productora de El Informe, señaló que ni las persecuciones ni los tiroteos pueden impedir la presentación final de un trabajo de investigación que se viene levantando desde hace semanas.

“Nuestro compromiso es con la información, y no la vamos ni a callar ni a guardar”, dijo Ortega.

La acción de los hombres armados inició cuando se percataron de la grabación que realizaba el equipo de reporteros justo en frente del Mercado de Inespre en La Romana.

En el caso de esta provincia, la senadora y candidata a repetir en el puesto (Amarilis Santana) es la esposa de Enrique Martínez, administrador de la Lotería Nacional.

DOMINICANADAS

EL DESORDEN EN LA RADIO Y TELEVISIÓN

Por Joaquín Jiménez Maxwell
http://www.laviateleuno.com/
j.maxwell@codetel.net.do


El sector donde evidentemente más se nota el desorden institucional de nuestro país, es en la comunicación electrónica.

En la época en que nuestro país era un ejemplo del Nuevo Mundo institucional, cultural, profesional y moralmente, existía una dependencia de la Dirección General de Telecomunicaciones conocida como Dirección Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía, la cual imponía un Carnet de Locutor a toda persona que hablara por radio o televisión.

Lamentablemente, hoy cualquier analfabeto integral habla por radio y televisión, sin contar con su carnet o un título en comunicaciones. Médicos, ingenieros, mecánicos, cocineros, chóferes, modistos y hasta políticos activistas, poseen programas radiales o televisivos; situación que crea los siguientes problemas sociológicos:

Un conductor que no posee una licencia como tal, como no conoce las leyes y reglas del transito de motor, es el mejor candidato para provocar accidentes, por ignorancia. El caso, analógicamente, se le puede aplicar al Dr. Ernesto Fadul, quien por su ignorancia de la comunicación social, provocó el cierre del canal 53 de la ciudad de Santiago.

El doctor Fadul podrá ser el nuevo Hipócrates del mundo; pero, ¿quién le dijo que él es locutor o periodista profesional? Y peor aún, aprovecharse de un canal televisivo, en su condición de activista guerrillero de un partido político.

Una cosa es criticar objetiva, constructiva y dentro del marco de la ética, la mala actuación de un funcionario y otra es, denigrar a cual persona con epítetos vulgares de su supuesta preferencia sexual, por televisión.
¿Es que los hijos y nietos del Dr. Fadul no ven la televisión?

Es lamentable que por la ignorancia de un médico enganchado a comentarista partidario y una arbitrariedad gubernamental, el canal 53 esté perdiendo tanto dinero diariamente.

El gobierno, parece que muy mal asesorado por sus abogados lambiscones o impulsado por un sentido de culpa, ordenara arbitraria y administrativamente el cierre de dicho canal, si el caso era tan fácil de resolver: demandar ante la justicia al Dr. Fadul, acusándolo de difamación e injuria.

La periodista investigadora Nuria Piera, el pasado sábado 1º de mayo, en una entrevista al Dr. Fadul, le preguntó, por qué el gobierno cerró el canal 53 en vez de someterle a la acción de la justicia por difamación e injuria y éste con la prepotencia que le caracteriza y con un vocabulario de “tíguere” de patio, respondió: “Porque el gobierno me tiene miedo”.

Todos los medios de comunicación y comunicadores, no comprometidos, esperamos que el día 17 de mayo sea levantada la dictatorial y equivocada acción contra el popular canal televisivo de la ciudad corazón.

Monday, February 15, 2010

Ante la muerte de Fernando Valerio, Joaquín Jiménez Maxwell arremete contra los “políticos de ocupación”.

Por Joaquín Jiménez Maxwell
El Presidente Leonel Fernández hizo su pasantía de periodismo en Radio Mil Informando, pero nadie en su gobierno se acordó de Fernando

Dentro de la narración del bien documentado curriculum de nuestra estrella de la locución informativa, comercial y musical, que destacaron a nuestro colega y amigo Fernando Valerio (La Culebra), José Francisco Núñez ha tocado un tema lastimosamente real; pero tan doloroso como su muerte a destiempo y la ingratitud de los políticos a quienes con su destacada labor contribuyó para que hoy tengan fama y fortuna

La indiferencia de todos los políticos de ocupación frente a los locutores y periodistas que expusieron sus vidas y otros asesinados por su lucha en pro de una democracia verdadera desde 1961 hasta 1978, en una lucha a muerte frente a los poderosos asesinos de las fuerzas armadas y la Policía Nacional, así como frente a los sicarios de la CIA.
Desgraciadamente, los gobiernos perredeístas y peledeístas pintados con el rojo de sangre reformista de los 12 años, se olvidaron de quienes trincharon el camino a fuego y sangre para que hoy puedan derrochar el poder y recoger el producto del sacrificio de los comunicadores sociales, desde 1964 hasta 1978.

 
En la mañana no escucho los programas informativos de la radio y televisión para no amargarme el día con las actuaciones y declaraciones de quienes nos gobiernan; prefiero leer la prensa gráfica porque el titular me anuncia si debo leer determinada noticia, como por ejemplo:
 Hastiado de la evidente ineptitud demostrada durante más de 40 años, por nuestros tradicionales políticos de ocupación, ha surgido un movimiento de ciudadanos que está solicitando a la Junta Central Electoral, que le agregue a las boletas de las próximas elecciones una casilla donde diga “voto por NINGUNO”.

 Pero inesperadamente un destacado periodista dominicano, que todo parece indicar vive en Suiza, publicó una pequeña crónica, donde exterioriza su oposición a tal iniciativa y dice en su primer párrafo:

 
“De seguro que los muchachos que promueven el “Ninguno” como opción política, no conocen la historia de este país y sobre todo, lo que costó tener derecho a elegir y ser elegido”.

¡Cuanta ingenuidad! (¿?). Precisamente los promotores del “ninguno” ya no son muchachos; sino los sobrevivientes autores de aquellas luchas por la democracia y que tristemente los que hoy detentan el poder, ya no recuerdan.

 
Obviamente, en el presente sólo se reconocen a los comunicadores cómplices del gobierno; parásitos políticos que reciben generosas pensiones de por vida y otros privilegios; pero los que lucharon exponiendo su vida como Fernando Valerio, en la apertura del camino de la democracia, mueren solos y desamparados.

Quizás perdone al citado articulista por su histórica desubicación, así como a funcionarios del presente gobierno; pero no así al Dr. Leonel Fernández, quien como periodista de pasantía en Radio Mil, desde el 5º piso del edificio Metropolitano, y desde la sala de redacción pudo observar y evaluar el combate de los comunicadores sociales en contra de la dictadura balaguerista; labor periodística gracias a la cual es hoy el Presidente de la República y protector de sus antiguos verdugos reformistas.
¡Que nuestro querido amigo y colega descanse en paz!

Maxwell
j.maxwell@codetel.net.do

Friday, February 12, 2010

Los Tres "Mosquiteros"

José Francisco Núñez


No vayan a pensar, amigos lectores, que el encargado del Typesetting cometió error alguno al escribir el título de mi columna. En ningún momento he querido decir “Mosqueteros”, sino “mosquiteros”.

No hay dudas de que los tres protagonistas de este relato tenemos, en cierto modo, alguno parecidos con Athos, Porthos, y el jesuita Aramis, esos interesantes personajes de la novela de Alexandre Dumas (padre), titulada originalmente en francés como “ Les Trois Mousquetaires”. Aunque no fuera así, siempre habrá a nuestro alrededor un D'Artagnan, tendremos el compromiso de proteger a alguien, aunque no se trate de la reina Ana de Austria y alguien contra quién combatir, aún cuando no sea un Cardenal Richelieu o una Lady de Winter.

De todos modos, los tres pudiéramos acercarnos más a la figura de Aramis por aquello de haberse dedicado a las funciones clericales.

Como bien saben muchos de nuestros lectores, aunque no lo parezca, Mosquetero y Mosquitero tienen mucho en común, de modo que uno puede ejercer las funciones definidas en ambos términos apropiadamente. Veamos: El diccionario ofrece la siguiente definición acerca de la palabra Mosquetero: “Soldado armado con mosquete”. El moquete es una especie de fusil antiguo de alto poder, el cual era usado por los guardias para proteger vidas y bienes de algunos potentados.

En cuanto al término Mosquitero es definido del siguiente modo: 1)“Especie de cortina de gasa o tela fina que se coloca colgada sobre la cama y cubriéndola para impedir que piquen o molesten los mosquitos”.

2) “Tela metálica o de otro material, muy tupida, que se pone en puertas y ventanas para impedir que entren insectos”.

Como bien se puede observar, en uno y otro caso se trata de una especie de “protector”, cuya función consiste de cuidar de alguien, protegerlo y defenderlo de ciertas especies, ya se trate de un ser humano o de una alimaña. Que conste, también en este último caso se pueden ser las dos cosas al mismo tiempo.

Casi desde nuestra propia infancia, en numerosas ocasiones, a mi equipo, “el grupo de los tres”, nos ha tocado la función de servir de Mosquetero o Mosquitero a personas que nos han considerado poseedores de la idoneidad necesaria para servirles de “mentor y guía”, o con suficiente caparazón como para defenderles, aún cuando tengamos que enfrentarnos a individuos tan poderosos con el Cardenal Richelieu.

Al escogernos para desempeñar tan complicada función posiblemente no se han equivocado. Donde la han metido “hasta donde le dicen Cirilo”, es al creer que nuestra trabajo no tiene que ser adecuadamente retribuido, aún cuando, para ser honesto, siempre ha sido reconocido.

Unas veces hemos tenido que desempeñarnos como Mosquetero, otras como Mosquiteros, y en ocasiones como las dos cosas a la vez. Casi siempre nos encontramos en la línea de fuego, listos para proteger al rey o a la reina. Siempre lo hacemos con gusto, con disposición y apegados a los más elementales principios de la solidaridad humana. Pareciera incluso, que, aun cuando protegemos las puertas del palacio, no nos interesa para nada saber qué cosa hay en su interior, qué come la reina o qué toma el rey.

Aramis, quien suscribe, Athos (para el presente caso léase Arthurus) y Porthos, que en este caso llamaremos “Ehusebius”(este por cierto no se parece Porthos, pues por el contrario, no es vanidoso, hablador, ni ha cortejado la esposa del gobernador), casi siempre, sin proponérnoslo, tenemos que introducir las manos en “la candela”, para sacarle las castañas del fuego a alguien.

Como relataba anteriormente, unas veces actuamos como Mosqueteros, otras como Mosquiteros, y; en ocasiones como ambas cosas a la vez. Casi siempre que nos juntamos, nuestras conversaciones no tienen que ver con asuntos nuestros en particular, sino con situaciones extrañas que se presentan en nuestro entorno y como de costumbre, terminamos analizando situaciones que nos dejan poco beneficio, al menos, en el orden metálico.

Últimamente, nos hemos estado preguntando por quién “carijo” y mediante qué decreto hemos sido nosotros designados para desempeñar tan complicadas y delicadas funciones al servicio de algunos engaña bobos.

En estos días en una acción trilateral decidimos tomarnos un descanso, una pausa. Hace unas semanas disfrutamos placenteramente en la enramada de la casa de una amiga común, donde degustamos un suculento manjar rodeados de patos, tortugas, peces de colores, en el marco de un grandioso y profundo lago y decenas de frondosos árboles frutales.

Mis dos compañeros juran y perjuran que, a pesar de todo, estamos viviendo nuestros mejores tiempos. “Sin embargo, como que nos falta algo”, concluían. En principio pensamos establecer una fundación sin fines de lucro para seguir ayudando, protegiendo a humanoides, pero hemos decidido conseguir nuestras respectivas licencias de Pastor y fundar una congregación que he denominado “Iglesia al Servicio de los Santos de los Mejores Días y Los Tres Mosquiteros”. Todo está bien claro, el destino nos ha escogido para salvar almas. Aunque nadie nos saque nuestras castañas del fuego cuando están cogiendo candela.

Fernando Valerio: “No quiero llanto”


José Francisco Núñez


Debo admitir que aunque nunca tengo prisa, creo que en ocasiones sufro del “síndrome del desesperado”, condición que no sé si existe científicamente, pero la que considero se apodera de mí en momentos especiales.

Resulta que al enterarme de la “muerte anunciada” de mi colega y amigo Fernando Valerio; y conociendo la situación por la que venía atravesando, tanto en el aspecto físico como socio-económico, no podía esperar a observar las imágenes de todos los que acudirían a su velatorio y posteriormente al sepelio. Imaginé la presencia allí de “Funcionarios, autoridades civiles y militares, así como representantes del Clero y la Sociedad Civil”.

Es lógico que así fuera tratándose de un profesional de su talla, que en más de una ocasión puso en peligro su vida con la lectura de noticias y “Co-men-tan-do”, gracias a lo que en parte debemos la democracia que hoy disfrutamos, por cierto, con una buena dosis de libertinaje. Su voz surcaba las ondas radiales desde Radio Mil, situada en el corazón Villa Juana, precisamente en las cercanías de donde operaban algunos de los “cuarteles” de las huestes paramilitares de la década del setenta.

Eran tiempos difíciles, en los que todavía mucha gente creía que todo cuanto leía el locutor era escrito por él y no por otra persona ubicada en la sala de redacción. De ahí que las bombas, las golpizas o amenazas eran dirigidas tanto al periodista como al locutor de noticias. Ciertamente, el enemigo era lo suficientemente hábil como para detectar, basándose en el tono empleado por el profesional del micrófono, si este estaba de acuerdo con la nota que leía. Incluso, por el lenguaje y estilo utilizado podía advertir quién escribió el comentario o editorial, aunque no se mencionara el nombre del autor.

La profesionalidad y el sentimiento que todos estos hombres transmitían al oyente parecían estar inspiradas por alguna entidad divina. Recuerdo una tarde en la que me eché a llorar al escuchar al maestro Bueno Torres leyendo un “CO-MEN-TAN-DO”, criticando los desmanes de la Banda Colorá. Cada día se escuchaban en Radio Mil Informando los comentarios y editoriales contra la represión, unos leídos por Bueno Torres, otros por Joaquín Jiménez Maxwell, director general de Radio Mil y Radio Mil Informando, y otros por Wilfredo Muñoz, al igual que por Fernando Valerio. No solo eran maestros de la locución, sino hombres de coraje. Muchos locutores y periodistas se salvaron “de chepa”.

Lo mismo ocurría en Noti-Tiempo y la Historia de la Noticia en Radio Comercial. Me resulta imposible olvidar a Juan Bolívar Díaz, y los locutores Pedro Pérez Vargas, Darío Aracena, Reynaldo Balcácer, Miguel Núñez y Johnny Díaz; a quienes en parte debo mi carrera profesional. También ocurría en Radio Continental con Radio Reloj Nacional, donde Luís Armando Asunción lo arriesgaba todo y con quien trabajó Valerio por muchos años. Mas tarde, pero por corto tiempo, pasaba lo mismo en Radio Popular con Pérez Vargas, Wilfredo Alemany y Jorge Herrera, quien corría todos los riesgos cuando diariamente, de manera inesperada y con tono amenazante soltaba aquella expresión que rezaba: ¡Pero no se apuren…! Eran profesionales de alto calibre, donde no se usaba la compra-venta por parte del gobierno de turno o los políticos de oposición. En otras palabras, eso no se vendía en botica.

De ahí viene Fernando Valerio, hacedor junto a otros muchos profesionales de la pluma y el micrófono de nuestros políticos de hoy, muchos de ellos mal agradecidos y sin memoria, que olvidan que si no hubiera sido por voces como las de él hoy día seguirían, unos ejerciendo en sus empolvadas ciudades, montando en carros de concho, y muchos otros sembrando batata y yuca, sin que nadie supiera de sus existencia.

La última vez que hablé con él fue en una ocasión que me llamó desde Tampa. Me hizo saber que aquellos políticos y politiqueros a quienes ayudó a conquistar fama y fortuna se habían olvidado de él tirándole la puerta en la cara y que la única persona que le seguía tendiendo la mano era su primo Pedro Díaz Ballester

No hace mucho se me salió el alma del cuerpo al leer una nota en el periódico digital Severo Rivera/Revista Informativa, acerca de su situación y en la que el autor daba cuenta de que un grupo de locutores, encabezado por el colega y hoy destacado psiquiatra Manuel Mota Castillo estaba organizando una “Cadena de Amigos por Internet” para que aportáramos una pequeña cuota mensual con el fin de darle una pensión a nuestro querido colega, ante la escasa probabilidad de que el Estado se la otorgara. A la campaña se unieron de inmediato Rubén Darío Aponte, Ramón Sanabia, Joe Martínez, Ramón Aníbal Ramos y Hugo Adames, entre otros.

La nota anterior de la revista se derivaba de la siguiente comunicación titulada: “Lo que escribió Manuel Mota”. “Honorables: Hace poco que le escribí a una persona que es amiga del Presidente para pedirle que le solicitara al Ejecutivo una pensión para nuestro amigo. Como no hay garantía de que ese pedido llegara a su destino, quiero sugerirles que arreglemos nuestra propia pensión para Fernando.

Quizás con los medios de comunicación disponibles (el blog de R.A., la radio de Sanabia y Hugo Adames y otros más) podamos reunir un grupo que se comprometa a una suma mensual y uno de ustedes se haga responsable de enviársela a la RD. Me inscribo con $25.00 para “echar la bola a rodar” pero cualquier cantidad podría ser bien recibida. Me explico, un antiguo radioescucha de Fernando que solo pueda aportar $5.00 mensuales sería bien recibido. Por otro lado, si solo hay 3-4 voluntarios entonces mi aporte puede ser de $50.00. Por favor, me dejan saber si les parece bien la idea”.

Todavía en pleno siglo XXI hay quienes mantienen la teoría de que “los líderes (políticos) nacen, no se hacen”, algo que particularmente yo considero un craso error, pues si no fuera por nosotros, periodistas y locutores, muy pocos conocerían y mucho menos seguirían a alguien que no aparece en los medios de comunicación. Nótese que la labor del periodista y el locutor consiste en hablar de otros, jamás de sí mismo, pues en ese caso se violaría la ética profesional, la cual por cierto hace mucho comenzó a escasear.

En lo que a mi respecta, soy de los que se arrepienten de haber contribuido durante mi ejercicio profesional en mi país a crear tantos héroes y líderes de piedra, no de barro, porque en todo caso, si fueran de barro uno podría hacerle un hueco y meterle un corazón, aunque fuera de cerdo. Quiérase o no, como estrella de la locución dominicana, con su voz excepcional y su profesionalidad radial, Fernando Valerio aportó mucho a nuestra democracia, aunque fuera leyendo lo que otros escribían, después de todo, ninguno de los que le redactaron, por mucho que lo sintieran lo habrían podido comunicar como él.

Si usted pudo y no hizo nada para ayudarle cuando le necesitó, no creo que a Fernando le interese su llanto. Por cierto, no creo que a mi amigo, el periodista José Alberto Sánchez - Sanchito, le haya importado. Total, tampoco le concedieron la pensión. “…Unos van alante, y otros van atrás…”


Tuesday, February 9, 2010




Historias espeluznantes:

Mi abuela, la chiva y el Segundo Alcalde

(De manera casual, la publicación de este trabajo coincidió con la puesta en circulación en Rep. Dominicana del libro "La Comarca de Don Félix", escrito por mi amigo y compañero Francisco Sandoval; en el cual se narran curiosos eventos ocurridos en la región).

José Francisco Núñez


Río Grande, el campo en donde nací, es uno de los lugares más bellos e interesantes que he conocido y el cual llevaré por siempre en mi corazón. Es un hermoso valle que pudiera definirse como una parte del final de la falda del pico Diego de Ocampo. Está mi productiva aldea llena de interesantes historias, y en una gran parte de ellas, de algún modo ha estado involucrado, de manera directa o indirecta, mi abuelo materno Fabián Núñez.

Mi abuelo fue designado en 1931 por su compadre Chano Vargas (tío de Wilfrido), como Alcalde Pedáneo de la Sección de Río Grande, Altamira, Puerto Plata. Desempeñó esa posición de manera ininterrumpida durante 30 años, y él mismo, con el aval de su compadre designó a su sustituto, cuya responsabilidad recayó nada más y nada menos que en la persona de mi padrino, Modesto García. Como Segundo Alcalde designó a su ahijado Modesto Cueto (pura casualidad, pienso yo).

Por las noches, en diversos puntos de mi apacible campo, abundan los muertos, las ánimas en pena, las brujas y los bacás. El bacá es un extraño espectro que protege a ciertas personas cuando hacen un pacto con el diablo en su afán de acumular grandes fortunas.

De acuerdo a los expertos de mi región, pactar con el “enemigo malo” resulta sumamente fácil: Usted solo tiene que tomar un clavo, mientras más largo mejor. Lo clava en una palma y mientras lo golpea llama tres veces al “pecucio”. Cuando el tipo de los cuernos se aparece, usted negocia con él y llega a un acuerdo. Como cualquier institución bancaria de este tiempo, el “diantre” no acepta cualquier pendejada a cambio. Comúnmente le pide que, en la medida en que usted se va haciendo más rico le vaya entregando algunas “pequeñas cosas”, como por ejemplo, un ser querido, especialmente un hijo o a su mujer.

Las brujas de mi campo no eran las hechiceras que se dedican a curar o adivinar. No.

Eran mujeres que volaban por las noches y que iban a hacerle daño a alguien, especialmente algún comerciante que estuviera prosperando y haciéndole competencia a su marido, algún amigo cercano o sencillamente a una persona que contrataba sus servicios.

Mi campo contaba con expertos tumba brujas. Es muy fácil bajar una bruja de su escoba. Solo tiene que utilizar hojas de Salvia, Ruda, Ajonjolí con Sal… y ¡Punn, e’pa abajo que va!. Como la bruja quedaba adolorida y dándose retorcijones cuando caía al suelo, con frecuencia el tumba brujas la aprovechaba si estaba “de buen comer”. Para evitar que le salieran los muertos, o ánimas en pena, usted solo tenía que colgarse una crucesita de tela con Alcanford adentro y meterse unas hojitas de Ruda en los bolsillos. Para espantar al diablo o a un bacá cuya cercanía o presencia se detectaba por el fuerte olor a Azufre, solo tenía que rezar el Magnificat Anima Mea.

Cuando Modesto Cueto dejó la posición de Segundo Alcalde de Río Grande, el entonces Síndico de Altamira designó a un señor llamado Dominguito, hombre bajito de estatura, rechoncho y con fama de guapetón. En vez del “Pata de Mulo” que le asignaron a mi abuelo en 1931, a Dominguito le dieron un moderno revólver calibre 38, el cual no se quitaba de la cintura ni cuando iba al baño.

Al nuevo Segundo Alcalde le encantaba la parranda, y no había fin de semana que no cabalgara decenas de kilómetros buscando fiestas, mujeres y ron.

Doña Ignacia, mi abuela paterna, vivía en un lugar llamado La Travesada, Palmar Grande, pero los fines de semana acostumbraba visitar a una hermana que residía en Río Grande Arriba. En una de esas visitas su hermana le regaló una chiva. Como el camino era tan largo, durante un trecho mi abuela llevaba la chiva caminando junto a ella y durante otro se la ponía sobre la cabeza para que el pobre animal descansara.

Al llegar a un lugar llamado “El Cumbí”, ya era como la una de la madrugada, la hora favorita para el diablo y los bacá salir a transitar los oscuros caminos. El bacá tiene un solo ojo (en la frente) y acostumbra viajar largas distancias visitando las diversas propiedades de su amo, ya sean establecimientos comerciales o fincas.

De tanto caminar, mi abuela y la chiva estaban bastante sudadas, tanto, que casi olían a Azufre. Cuando Dominguito sintió el olor enfocó su linterna hacia un extraño bulto que, según él, se le venía encima. Sacó su calibre 38 y de manera despiadada le entró a tiros al bulto, provocando que el espectro exhalara un intenso berrido en medio de la penumbra. ¡Beee-e-eee b-bee-e-e-e!, se escuchó sórdidamente.

Mientras el Segundo Alcalde seguía disparando, no paraba de rezar el Magnificat Amina Mea, pero como estaba borracho no dio en el blanco con un solo tiro y en medio de la lluvia de disparos el extraño aparato continuaba su marcha como si nada estuviera ocurriendo.

A las tres de la mañana todos los que dormíamos plácidamente sobre los suaves colchones llenos de hojas secas de de plátano mezcladas con lana, sentimos que nos derribaban la puerta de la casa, mientras una voz gritaba desesperadamente “Don Fabián, ay, Don Fabián, por favor présteme su Pat’temulo que tiene mucho más pólvora que este jodío revólver… ¡Acaba de salirme el bacá de Don Féli Enrique y le vacié tó lo tiro y no le pude hacer ni mierda….Don Fabián…Don Fabian….”!

Los muchachos y mi abuela Mamá Monga nos levantamos sobresaltados, pero mi abuelo se mantenía totalmente calmado. “Dominguito, qué fue lo que tu viste”, preguntó mi abuelo. “Oh, Don Fabián una jodienda rarísima con la cabeza grandota, grandota; esa cosa me echó un grito que se oyó hasta en el infierno. Le juro que era el bacá de Feli Hnrique que parece que venía de vigilar el almacén de Ramón Bonilla, usted sabe que él es el esposo de su hija y siempre lo protege…”

“Ja, ja, ja, ja”, se carcajeó mi abuelo mientras Dominguito abría los ojos como dos petacas. Mi abuelo continuó: “No seas tú pendejo Dominguito, el bacá que te salió a ti fue Ignacia, la abuela de Frank, hace un rato pasó por aquí para que yo de diera el papel para poder trasladar una chiva que le dio su hermana en Río Grande Arriba. Ahí tengo el duplicado…..”.

Mi abuelo lo invitó a pasar y lo sentó en una silla, donde dormitó y roncó a las siete de la mañana, momento en que mi tía Mochola le despertó para servirle un suculento desayuno. Tomó agua y se marchó en su caballo. Al llegar al río llamado la Catalina, de acuerdo a la versión de una señora que estaba lavando, Dominguito lanzó el revólver a la corriente al tiempo que vociferaba “Gran vaina me regaló el Sindico pa’ que me defienda…esta mieida no mata bacá”. Le clavó las espuelas a su caballo y comenzó a galopar sin mirar hacia atrás.

Abuela, lo que me hiciste fue “de madre”

José Francisco Núñez


Querida Mamá Monga (acuérdate que nunca te dijimos abuela), déjame decirte que no es necesario que reitere lo agradecido que he vivido de ti. Sabes que hay razones de sobra para que te exprese mi eterna gratitud.

Un día como hoy, en que me siento sumamente mal, aquejado por la pandemia de gripe que afecta al país, estoy seguro de que tu primera acción habría sido hacerme bajar aquel trago de higuereta, que me sacudía hasta lo más profundo de mis entrañas. A pesar de lo amargo que era, me lo tomaba con cierta tranquilidad, pues estaba seguro de que por lo menos una hora más tarde, tú me llevarías a la cama el tradicional “aguají” que con tanto amor me preparabas con cilantro ancho y plátano asado bien machacado.

Abuela, no tengo que repetirte cómo te agradezco el que me libraras de la pela más grande que me habría dado abuelo Papá Fabián cuando se me rompió su preciado Colín (o Collins, que fue la primera marca de machete que llegó al país). Te juro que no se de dónde se me ocurrió usarlo aquella mañana en que salió para el pueblo. No me lo vas a creer, con tan solo asomarlo a una mata de guásara quedó hecho pedazos, como queda el corazón de un hombre cuando la mujer que ama le da “layoff” inesperadamente.

Estoy seguro de que me libré de esa pela porque tú se lo pediste. El siempre te complacía en cosas como esas con tal de que tú lo perdonaras los domingos por la noche cuando llegaba a casa después de “volarte la cerca”.

Bueno, yo se que tú estás de lo más entretenida hablando con tus comadres ahí en el Paraíso y no quiero quitarte mucho tiempo.

“Resulta y sucede a ser”, como solías tú decir, que, como te dije, tengo una gripe que me está llevando el mismo diablo. También comenzó a dolerme una muela por primera vez en mi vida. Recordé aquel día en que Chale, el encargado de la finca, usó una cuerda de alambre dulce, conectó su muela de atrás a un clavo de la puerta y se la extrajo de un tirón. Te juro que, aunque como tú sabes, tengo una lengua tipo AK-47, no me siento capaz de llevar a cabo semejante hazaña.

Para colmo, acabo de tener con una amiga una refriega más grande que la que se produjo aquella madrugada del Día de la Altagracia en la casa de Juan María García, la que dejó como resultado siete personas muertas, más una chiva, que era propiedad de uno de los victimarios. ¿Te acuerdas, que al día siguiente la chiva salió berreando por la radio en El Suceso de Hoy? Por suerte, en este caso, no hubo lesionados físicamente, pues todo ocurrió casi vía satélite. No se si tú sabías que las cosas han cambiado tanto aquí abajo que uno puede pelearse “cibernéticamente”. Tú no vas a entender eso abuela.

Te diré, que además de las medicinas que he estado tomando, se me ocurrió hacer un te, o, como decíamos en el campo, una tisana. Le puse jengibre, dos limones partidos en cuatro pedazos, ajo, cebolla, hojas de naranja, limón, sábila y albahaca (para la ronquera). El pecado mortal lo cometí cuando le vacié a la olla un pote completo de miel de abeja.

Puse todo a hervir y me senté en el patio a leer, al tiempo que disfrutaba del agradable aroma que salía de la casa. La gran sorpresa me la llevé cuando, de entre la mata de mango y la de aguacate, se desprendió un enjambre de abejas, cayéndome todas encima sin mediar aviso alguno. Se parecían a la escopeta de tío Patricio, que era de “doble repetición”. Me picaron cinco y creo que una de ellas era de las llamadas africanas, pues era de mi mismo color.

Abuela, sé que yo era tu nieto de confianza, pues siempre me lo contabas todo, pero nunca me explicaste que el olor de la miel hervida llama a las abejas. Tú sabes muy bien que este Phylum, Artrópodo, cuyo nombre real es Apis mellifera y que pertenece a la familia de los Apiidae (Ápidos), puede detectar la presencia de un ser humano a kilómetros de distancia. Con lo inteligente que eres, al menos, pudiste dejarme saber que había una pequeña colmena en la mata de aguacates.

Te diré, querida Mamá Monga, que ahora estoy doblemente jodido, pues tuve que fumigar el patio y quedarme encerrado en la casa hasta que se marche la última de ellas.

Abuela, no me puedo explicar porqué estas abejas, que supongo estaban tan confortables en la mata de aguacate y la de mango, no hicieron lo que hizo Leonel Fernández, quien, sin tener que clavarle las pezuñas a nadie se quedó cómodamente “Subido en el Palo”.

Por si te sirve de consuelo, te diré que ya no le tengo miedo a los muertos como me ocurría cuando era chiquito y me metía cada madrugada en tu cama debajo de la sábana entre tú y abuelo, cada vez que me salían en pandilla. Ahora es totalmente al revés, aunque te parezca extraño, les tengo casi terror a los vivos. No a todos, pero sí a muchos de ellos, y lo malo es que tú no estás para que me protejas. Abuela, perdona la molestia y sigue descansando en paz. Se despide con amor, tu querido nieto Frank.
El éxito, cómo se mide?


José Francisco Núñez

Qué significa el éxito y cómo se mide? De Bill Gates, el hombre más rico del mundo, sabemos que ha tenido el que se puede considerar como el mayor de los éxitos en el mundo de los negocios. Desconocemos, sin embargo, si le ha ido igual en el ámbito familiar, con sus amigos o parientes más cercanos.

Sobre Mahatma Ghandy podemos decir que no sabemos si alguna vez pudo contar con alguna considerable suma de dinero que le permitiera sustentar su proyecto sin preocupaciones. De lo que estamos seguros es que tuvo uno de los más grandes éxitos al hacer realidad sus aspiraciones para lograr una sociedad un poco más equilibrada.

A sus 87 años, mi tío, Chichí, se vanagloria al enarbolar, no solo como un éxito total, sino como una verdadera hazaña, haber podido lograr ver crecer saludablemente a sus 16 muchachos procreados con la única esposa que ha tenido y contando solo con unas cuantas hectáreas de tierra y otras tantas vacas.

Jesucristo, que ni tuvo negocios, hijos, proyecto político y mucho menos, dinero, ha sido el más exitoso de todos en la historia de la humanidad, con su proyecto de liberación del hombre, el cual ha mantenido por más de dos mil años. De ahí se derivan los éxitos de personas como la Madre Teresa, Juan Pablo Segundo y muchos otros.

Etimológicamente, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, entidad que acaba de reunir en Medellín, Colombia, a los representantes de sus 22 filiales, nos ofrece tres acepciones acerca de esta mágica palabra: (Del lat. exĭtus, salida):

1. m. Resultado feliz de un negocio, actuación, etc., 2. m. Buena aceptación que tiene alguien o algo. 3. m. p. us. Fin o terminación de un negocio o asunto.

Hay quienes aseguran que “el éxito es un asunto personal... un estado mental" y que, “los triunfadores (o exitosos) no son personas exentas de problemas y frustraciones ni, necesariamente, más inteligentes que el promedio.

Dominicanos exitosos! Si queremos hacer honor a nuestro titular de primera plana, nadie podrá poner en duda que los dominicanos en el exterior somos, de un modo u otro, personas de éxito.

No necesariamente tenemos que comenzar dando un vistazo a lo que ocurre con nuestros peloteros de Grandes Ligas, donde el éxito es irrefutable.

Bastaría recorrer nuestro entorno para encontrar representantes de nuestra comunidad, sobre quienes, sin tomar en cuenta los recursos económicos con que cuentan, pudiéramos escribir cientos de páginas.

Contamos orgullosamente con prestigiosos médicos, enfermeras, empresarios, banqueros, artistas, diseñadores, locutores, periodistas, ingenieros, escultores, arquitectos, pintores, escritores, políticos (en el caso de New York y otras áreas); abogados, religiosos, constructores, expertos en computación, etc.

Si dejamos a un lado algunas de las cualidades que en el campo profesional pudieran enarbolar cada uno de los que componen los diferentes renglones que hemos citado, pudiéramos detenernos en el éxito que han tenido muchos padres, incluyendo madres solteras en la crianza y formación de sus hijos.

Le otorgamos a este último renglón trascendental importancia, porque no creemos que haya alguien en la vida que sienta completa satisfacción si no ha logrado tener éxito con sus hijos, no importa si han podido asistir o no a una universidad o graduarse de alguna carrera técnica.

“Los hijos pueden ser la felicidad o la desgracia de un hombre o una mujer, pues al engendrarlos, uno no sabe lo que al final le saldrá en cuanto a comportamiento se refiere”; me decía esta semana un sacerdote polaco; sin embargo, agregaba, todos quisieran tenerlos.

Independientemente de lo que hayamos logrado en la vida, ya sea en el aspecto personal, económico, profesional, social o familiar, los dominicanos que residimos en el exterior, o por lo menos la gran mayoría, estamos conscientes de que hemos hecho todo lo posible para lograr el éxito y, sea cual sea el nivel que hayamos alcanzado, debemos sentirnos más que orgullosos de nuestro esfuerzo, pues ello también es un gran mérito que merece el reconocimiento de todos.